El desafío que enfrentamos hoy es entender el lenguaje de la naturaleza que nos enseña mucho. La naturaleza es inteligente. Que no tengamos la habilidad de comunicarnos con ella, no implica que la naturaleza no sea inteligente.
Estamos hoy tratando de defender un arboretum de robles, que ya tiene 150 años de vida aproximadamente. Si no entendemos la naturaleza y su forma de protegerse ante tanta adversidad en una ciudad, refleja solo nuestra ineptitud. La tala de árboles, es destruir lo que tenemos y nos destruimos a nosotros mismos.
Los árboles del arboretum forman una red interconectada a través de las redes de hongos llamadas micorrizas. A través de estas micorrizas, los árboles se comunican y cooperan entre sí. Los árboles más débiles pueden recibir nutrientes y apoyo de los árboles más vigorosos, lo que demuestra cómo la comunidad de árboles trabaja en conjunto para su beneficio mutuo. Talar un árbol por considerar que está débil, sólo refleja lo que decía el Principito.
Nos enseña que la verdad está más allá de lo que percibimos con nuestros sentidos, pero que sí captamos con nuestra inteligencia y nuestra tendencia al amor y al bien, pues “lo esencial es invisible a los ojos” Los árboles robles ( quercus ) ¡ están ahí para todos nosotros ! ¿Y sabías que almacenan más carbono bajo tierra ?
El único arboretum de robles de nuestra ciudad, Puerto Montt, tiene una rica historia y representa un valioso patrimonio cultural en la ciudad. Estos árboles han sido testigos del paso del tiempo y han sido parte integral del paisaje urbano durante generaciones. Preservarlos es proteger nuestra historia y conectarnos con las raíces de nuestra comunidad.
Educación sobre el cuidado de un arboretum de robles es una excelente manera de fomentar la conciencia ambiental y promover la protección del medio ambiente. Aquí hay algunos buenos argumentos para educar sobre la importancia de cuidar este arboretum en la ciudad: 1. Valor ecológico: Los robles son árboles de gran importancia ecológica. Son conocidos por su longevidad y su capacidad para proporcionar hábitats vitales para muchas especies de animales y plantas. El arboretum de robles, con sus 150 años pueden aún seguir viviendo 150 y más años. Contribuyen significativamente a la biodiversidad local y ayuda a mantener el equilibrio ecológico en la ciudad. Mejoran de la calidad del aire, son un corredor biológico.
Salvar estos tesoros naturales, es salvarnos a nosotros mismos.
